Luego del triunfo del NO en octubre de 1988, y mientras se realizaban las negociaciones para las reformas constitucionales, los partidos de oposición -excepto el Partido Comunista- se organizaron como Concertación de Partidos por la Democracia para enfrentar las elecciones presidenciales y parlamentarias que debían realizar en diciembre 1989.

Las diecisiete colectividades políticas que integraban la Concertación acordaron que, para conseguir el triunfo debían: consolidar la coalición; elegir entre las diferentes sensibilidades políticas y entre los liderazgos internos un candidato común; concordar un procedimiento para su designación; ofrecer una alternativa de gobierno con un programa claro y una coalición estable que respondiera con seriedad y sentido de justicia a las necesidades nacionales y a los problemas económicos y sociales que afectaban al país; y acordar y respetar el pacto electoral parlamentario.

En febrero de 1989, aclarado por el Tribunal Nacional Electoral del PDC el episodio conocido como “Carmengate”, la Junta Nacional del Partido Demócrata Cristiano proclamó a Patricio Aylwin como su candidato a las elecciones presidenciales. Algunos meses después, a comienzos de julio, los diecisiete partidos políticos de la Concertación se reunieron en un acto donde, junto con proclamar también a Aylwin como el único candidato presidencial del conglomerado, aprobaron en general las Bases Programáticas del futuro Gobierno y afinaron los acuerdos para enfrentar unidos la elección parlamentaria.

Por su parte, tras no poco problemas internos y sólo tres días antes de expirar el plazo de inscripción en el registro electoral, el oficialismo se unió en torno a la candidatura del ex ministro del régimen, el economista Hernán Büchi.

La papeleta de votación incluyó además un tercer candidato: Francisco Javier Errázuriz, empresario que se presentó como independiente.

La campaña electoral de la Concertación se inició el 16 de julio con un multitudinario acto unitario en el Teatro Caupolicán. A partir de ese momento, comenzaron cinco meses intensos, donde la convicción, organización y entusiasmo de los equipos y, desde luego, del propio candidato, aportaron la fuerza y el estímulo para recorrer Chile y hacer una extensa gira por Europa, además de grabar la franja electoral y coordinar el debate presidencial que se realizó en octubre.

La campaña finalizó el 10 de diciembre con otro acto multitudinario, esta vez en el Parque O´Higgins. Ahí Aylwin reiteró que el desafío, su desafío, “era conciliar democracia política con progreso económico y con justicia social” e invitó a “colaborar en la gran tarea de construir con todos una patria libre, justa, buena para todos los chilenos.”

El 14 de diciembre, poco antes de la medianoche, el Ministro del Interior Carlos Cáceres dio a conocer la declaración oficial del Gobierno, en la que reconocía el triunfo de Patricio Aylwin Azócar.

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